viernes, 1 de agosto de 2014

YKUA BOLAÑOS: Una herida abierta hace 10 años..


Era un medio día de domingo cualquiera cuando llegamos al centro de Asunción con una compañera de Contracorriente y al llegar nomas nos enteramos por los canales de televisión que en directo trasmitían el incendio en el Supermercado Ykua Bolaños. No podíamos creer lo que veíamos, pero era real, no podíamos evitar las lágrimas ante tanta tragedia. Quedamos paralizados por minutos mientras consumíamos toda esa carga de tristeza e impotencia. A diez años quieren seguir viéndonos paralizados e impotentes.



No pasó mucho tiempo para que nos llamemos entre unos cuantos armamos un grupo y nos sumamos a los cientos de voluntarios que acudieron al lugar, como una reacción refleja ante tal adversidad.

Fuimos allí y presenciamos una mezcla de horror casi sin límites que solo se contrapesaban por la solidaridad masiva de la mucha gente que hizo lo mismo y sin dudar dió todo lo que podía para ver si se podía salvar una vida mas o a algún cuerpo a quien se le pueda dar el ultimo adiós y mitigar tanto dolor.

Los medios de comunicación cubrían todas las alternativas, comentarios, informaciones, las empresas llevaban camionadas de donaciones para las logistica del momento, todos se solidarizaron, políticos, artístas. Fuimos noticia internacional y las víctimas causa nacional. Hasta que llegó el momento en que se tenían que repartir las responsabilidades.

Las víctimas se organizaron empezaron a cuestionar con la ciudadanía a los responsables del gobierno tanto municipal como nacional. se empezó a cuestionar a los"supermercadistas" a los que hacen las leyes, a los que las deben hacer cumplir, a los empresarios explotadores, a los constructores, a la seguridad en los puestos de trabajo, a la justicia, a todo aquello que desnudaba como el capital está por encima de las personas. A lo que nos mostraba como funciona el sistema.

Conforme se fue profundizando este supuesto accidente y la opinión pública tambien fue mas critica al respecto, tambien se fueron desdibujando esos apoyos que alguna vez tuvieron las víctimas organizadas y las que no. Claro ya eran muchos los salpicados por este hecho. Se podrían sentar precedentes que pondrían en riesgo la impunidad que tienen los empresarios ante nuestro sistema judicial corrupto. Por segunda vez les volvían a cerrar las puertas.

Corrió mucho dinero para comprar conciencias,  abogados,  "lealtades", espacios en los medios de comunicación, extorsionar a las víctimas. Todo esto para tapar una situación mas grave aún que la tragedia. La Corrupción de los que tienen contra los que menos tienen.

Nuestro poder judicial, solo beneficiaba a los dueños del supermercado, se burlaba de la gente, con condenas leves y fallos que negaban la posibilidad de una justa indemnización, el municipio salio limpio con sus Intendentes y funcionarios responsables gozando de total impunidad. La Corte Suprema nunca dio señales de querer esclarecer este hecho, sino todo lo contrario. La justicia se movió solo por presión ciudadana.

Muchos medios de comunicación intentaron desacreditar a las organizaciones de víctimas, ya se hablaba poco del tema en muchos casos se trato de invisibilidad las acciones de las víctimas. La ciudadanía presa de la desinformación organizada comenzó también a mostrar indiferencia, como cuando nos olvidamos de alguna película que vimos en la teley nos llego a emocionar.

Hoy día por irresponsabilidad, complicidad o desidia de algunos abogados y de este sistema judicial, resulta que despues de 10 años, muchas víctimas  ademas de cargar con la perdida de sus seres queridos, tienen que pagar los honorarios a los abogados de los dueños del supermercado, ya que llamativamente por arte de magia y la particularidad de nuestro sistema judicia, "perdieron el caso".

Ante esta situación el abogado, como un "gesto de buena gente" ofrece renunciar a sus honorarios a cambio de negociar algunos términos referentes al caso contra su cliente. (osea negociar). Y esa aberración es legal, una pena. Encima para la expropiación del local siniestrado tenemos que pagar todos los paraguayos con plata del estado.

Este hecho es un ejemplo claro de que nuestro país está manejado por personas corruptas que se tapan entre sí y se cuidan las espalda. Para ellos no somos nada para ellos no representa nada las mas de cuatrocientas personas muertas, las mas de quinientas que resultaron heridas y quedaron con secuelas inborrables.  

Sería una pena que no  aprendamos de esta tragedia para cuando llegue el momento de elegir a quienes manejaran nuestro país, con gobiernos que todos los días y a cada hora cierran las puertas a la gente. 

A pesar de todo lo que se fue llevando a cuestas, no fue en vano todo lo que se hizo, se despertaron muchas conciencias, mas gente salió a las calles a reclamar, a pesar de que fueron pocas las conquistas de las víctimas todas fueron fruto de la lucha organizada y juntarse y de sostenerse juntos en los momentos mas difíciles contra un sistema donde la vida humana vale menos que la recaudación del día.

Que la indiferencia no siga cerrando puertas... al horror de la corrupción hagámosle contrapeso con nuestra lucha cotidiana y organizada.









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