Trascribimos un interesante y necesario texto que compartío el Periodista y docente Miguel H. López con sus alumnos de Periodismo por dia del Periodista, previa autorización del autor, por supuesto.
REFLEXIÓN A PROPÓSITO DEL DÍA DEL PERIODISTA
Queridos y queridas periodistas en formación: La que siguen como sueño,
la que eligieron, la que quieren ejercer, es una profesión de grandes
satisfacciones y grandes frustraciones. Una profesión que requiere de
coraje y que ayuda a construir o a destruir, dependiendo de cómo la
ejerzamos. Una profesión que en su naturaleza exige honestidad
intelectual, compromiso social y ética profesional.
HONESTIDAD
INTELECTUAL, para que no caigamos en la execrable práctica de creernos
superiores a quien sea, para evitar que nos convirtamos en chapuceros
hedonistas y badulaques de escaparate.
COMPROMISO SOCIAL para
saber que en el mundo quienes sufren lo hacen porque son víctimas
siempre de quienes tienen más poder –de la naturaleza que fuere-, sin
excepción posible. Compromiso social para construir puentes de
acercamiento con la realidad, para mostrar las desigualdades e
injusticias y para entender y explicar que somos parte indisoluble de
esa población y que estamos obligados a expresar, explicar, asistir,
apoyar, defender y transformar con veracidad y coherencia.
Y
ÉTICA PROFESIONAL para no mentir a favor del poderoso en perjuicio del
desvalido o sojuzgado. Ética profesional para no ser instrumentos de las
mafias –del tipo que fuere-, para decir los hechos sin tergiversarlos y
sin torcerlos a cambio de favores, elogios, dinero u otro beneficio
canalla.
Quien pretenda ser periodista debe saber que no tendrá
riqueza material más de la necesaria para vivir con dignidad, pero sí
riqueza personal si ejerce la profesión con honestidad, si pone la
profesión al servicio de la gente, si no se vende por dos monedas,
prebendas, figuración, etc.
Quien quiera ser periodista debe
saber que la defensa de la libertad y de los principios democráticos es
innegociable; que está obligado a ella y que deberá levantarse contra
cualquier tipo de abuso, opresión o dictadura. Que renunciar a todo eso
es sencillamente convertirse en mercenario de la palabra y asesino de la
conciencia.
El periodista en formación deberá saber que el
conocimiento es una necesidad permanente y que la arrogancia y la
vanidad son el cáncer que le acechan constantemente para evitar que se
convierta en una buena persona, íntegra, decente y principista. Deberá
desconfiar de quien le halaga, de quien le ensalza, de quien no le dice
la verdad aunque sea incómoda, dolorosa o abominable.
Después de
todo, los hechos, la realidad, de eso que está constituida
cotidianamente nuestras vidas y la de quienes nos rodean, nos golpearán
en el rostro tarde o temprano, nos guste o no. El periodista no puede
vivir aislado, ni ajeno a la política ni distante de lo que ocurre
dentro y fuera del poder, ni de lo que pasa en cualquier lugar de su
país y el mundo. Esa tarea tan básica y esencial de buscar, procesar y
difundir información de valor periodístico y de interés general, después
de todo necesita conocimiento real y solvencia cabal.
En
definitiva, deberá saber que el periodista antes que nada es un ser
humano y que como tal es su obligación no dejar de serlo ni de sentir lo
que le ocurre a otros seres humanos. Deberá entender que si no se ubica
en la piel, en las sensaciones y emociones de los demás en cualquier
circunstancia, si no respeta las diferencias de ideas ni el dolor de
otros, si no asume que el mundo es diverso y variado, si no sabe ni
quiere entender que no se discrimina a otro ser humano por razón alguna,
si no reconoce que no sabe todo, que no es superior a nadie y que no es
juez, ni fiscal, ni policía, ni patrón; si no asume con convicción que
el periodista no se vende ni se alquila, que la verdad no se omite ni se
bastardea; y si no se reconoce como trabajador que tiene derechos que
defender y obligaciones que cumplir, simplemente está equivocado de
carrera.
Reciban un afectuoso saludo y un fuerte abrazo en este día.
26 de abril de 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario