miércoles, 11 de diciembre de 2013

LOS COMPAÑEROS DE MADIBA (Mandela)


Por Ricardo Benitez - vientofuerte.com 

Oliver Tambo, Chris Hani, Joe Slovo y muchos otros pelearon al lado de Mandela para acabar con el régimen racista. El mismo Madiba reiteró muchas veces que él no venció solo al apartheid: cientos de miles de personas lucharon sin descanso durante décadas.



La muerte de Nelson Mandela obliga a pensar en el hombre, su carisma y su legado, pero también plantea reflexionar sobre el proceso social y político en el que estuvo inmerso y los compañeros que caminaron junto a él, codo a codo, peleando por la libertad y la democracia en Sudáfrica. Con perfiles diferentes, cada uno contribuyó a la caída del apartheid, sufriendo en el proceso persecuciones, cárcel, torturas, exilio o asesinato. Aquí un breve recuento de esos compañeros de Mandela que hoy, con la muerte del líder de estatura mundial, merecen también ser recordados por haber combatido a uno de los regímenes más abominables del siglo XX.

Steve Biko: el movimiento social y la educación

La apuesta política de Steve Biko, un intelectual de enorme solvencia académica, fue siempre apoyarse en los movimientos sociales, en las organizaciones basadas en la solidaridad y en el intenso trabajo educativo y cultural. Fue fundador de la Organización de Estudiantes Sudafricanos (SASO, que brindaba asistencia médica y legal en comunidades negras y colaboraba en la creación de pequeñas empresas e iniciativas económicas comunitarias), de la Convención de Pueblos Negros (integrada por más de 70 asociaciones), el Movimiento de Conciencia Negra, el Programa de la Comunidad Negra y la Revista Negra. Si bien Biko criticaba los acercamientos a los liberales blancos porque aseguraba que la intención de éstos era prolongar el diálogo mientras se mantenía el status quo, también discrepaba con la concepción mayoritaria dentro del Congreso Nacional Africano acerca de quienes debían ser considerados “negros”. Para Biko en esta denominación entraban, además naturalmente de la mayoría negra, las minorías integradas por indios y por los mestizos, es decir toda la población “no blanca”.

Biko ponía especial énfasis en la construcción de la autoestima, aplastada por generaciones y siglos de dominación blanca. “Si la mente del oprimido es manipulada de modo que crea que es inferior, no será capaz de hacer nada para enfrentar a su opresor", es una de sus frases. Biko murió el 11 de setiembre de 1977 en una prisión como consecuencia de los daños cerebrales causados por la golpiza de los policías que lo interrogaron. Tenía apenas 30 años.

Hollywood llevó su vida al cine con “Grito de libertad”, protagonizada por Denzell Washington. Peter Gabriel le dedicó una canción que también fue interpretada por Joan Báez. En Salvador, Bahía, funciona un Instituto Steve Biko, que ayuda a jóvenes negros a iniciar y terminar estudios universitarios.

Chris Hani: líder de “la lanza de la nación”

Más de cien mil personas participaron de los funerales de quien era considerado el político sudafricano más popular después del propio Mandela. Chris Hani fue asesinado por mercenarios de un grupo armado de ultraderecha el 10 de abril de 1993. Hacía tres años que “Umkhonto we Sizwe” -la “lanza de la nación”, brazo armado del Congreso Nacional Africano (CNA), bajo la conducción de Hani- había cesado sus acciones, plegándose a un viraje en la estrategia de la organización que resolvió apostar a la negociación y a la lucha sindical.

Chris Hani ocupaba al momento de su muerte el cargo de Secretario General del Partido Comunista de Sudáfrica, agrupación que en alianza con el Congreso Nacional Africano obtendría la victoria electoral en las primeras elecciones libres de ese país en abril de 1994.

La conmoción tras el crimen de Hani -acribillado a tiros mientras estaba indefenso- fue en parte aplacada por el propio Mandela quien debió hablar en televisión para intentar calmar los ánimos. Un desborde y una eventual espiral de violencia podrían haber truncado las negociaciones para la transición hacia la democracia en las que estaban empeñados todos los dirigentes del CNA. Mandela destacó que una mujer blanca fue quien identificó al asesino del reverenciado líder: “Esta noche hago un llamamiento a todos los sudafricanos, negros y blancos, y lo hago desde lo más profundo de mi ser. Un hombre blanco, lleno de prejuicios y de odio, vino a nuestro país y cometió un acto tan vil que la nación entera hoy se ve próxima a un desastre. Una mujer blanca, de origen afrikáner, arriesgó la vida para que supiéramos la identidad del asesino y lo lleváramos ante la justicia. El asesinato a sangre fría de Chris Hani ha conmocionado a todo el país y el mundo entero [...] Ahora es el momento de que todos los sudafricanos estén juntos contra aquellos que, sean de donde sean, quieren destruir aquello por lo que Chris Hani entregó su vida: la libertad de todos nosotros”.

Oliver Tambo: el gran diplomático

No es para nada casual que el aeropuerto internacional de Johannesburgo lleve el nombre del mítico líder del CNA, amigo cercano de Mandela y hábil político y estratega. En la forzosa distribución de trabajo en la conducción del CNA a Mandela le tocó ser la bandera y a Tambo, portar ese estandarte en todas las tribunas del mundo. En efecto, Oliver Tambo fue durante décadas el canciller del CNA, luego de que fuera expulsado del país tras la matanza de Sharpeville en 1960. La represión de esos años condujo a Mandela a la prisión, donde la fuerza de sus convicciones y su integridad fortalecieron el movimiento, y a Tambo a encabezar la lucha internacional por la liberación de los presos políticos, la condena al racismo y a favor de una Sudáfrica libre y democrática.

A mediados de los años 50 había fundado junto a Walter Sisulu y Mandela el ala juvenil del Congreso Nacional Africano, pero tomando distancia de la línea de la conducción de esta organización, caracterizada hasta entonces por peticiones y reclamos puntuales al gobierno. Sisulu, Tambo y Mandela adoptan una estrategia de acciones directas, que incluye operaciones guerrilleras y de sabotaje. Muchos años más tarde, Tambo fue de los que inclinó la balanza para abandonar la lucha armada y apuntar más bien a la lucha política y sindical.

Una campaña internacional de libertad liderada Oliver Tambo, convirtió a Mandela en el icono de la oposición al apartheid, además de portavoz elocuente de una nueva Sudáfrica democrática. Oliver Tambo murió de cáncer poco más de un año después de la asunción a la presidencia de Mandela.

Joe Slovo: un blanco en el centro de la lucha

Este inmigrante lituano llegó a Sudáfrica con sus padres cuando tenía ocho años. A los 15 se afilió a un sindicato y un año más tarde se unió al Partido Comunista de Sudáfrica. Desde entonces, Slovo se comprometió en cuerpo y alma en la lucha contra el régimen racista que dominaba su país de adopción. A principios de los años 60 fue uno de los encargados, junto a Mandela, de la organización del brazo armado del Congreso Nacional Africano. Continuó en ese puesto durante muchos años, hasta que lo reemplazó Chris Hani.

Joe Slovo integró el primer gabinete de Mandela en un cargo considerado clave: al frente del Ministerio de la Vivienda y Obras Sociales. Abandonó su lugar obligado por el deterioro de sus condiciones de salud.

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