viernes, 26 de abril de 2013

ROA BASTOS: LA VOZ REVOLUCIONARIA DEL GRAN ESCRITOR

HOMENAJE AL GRAN AUGUSTO ROA BASTOS

Por Miguel Angel Fernández

Hace ocho años, el 26 de abril de 2005, se extinguió la vida de Augusto Roa Bastos, el poeta y narrador que honró a su patria y el mundo a través de una obra de extraordinario valor, tanto en el orden estético como en el orden social. 


La dimensión política de su literatura y su adhesión a la causa popular han sido silenciadas por la cultura oficial y los administradores oficiosos de su legado literario. 

Es hora ya de que se diga en voz alta que Roa Bastos fue una de las grandes voces revolucionarias de nuestra cultura, en la estela de Rafael Barrett, Hérib Campos Cervera y José Asunción Flores.

 ROA Y LA REVOLUCIÓN CUBANA

"La emoción a veces impide que la palabra del hombre sensible se expanda y exprese en su totalidad este mundo maravilloso del ser humano a través de sus grandezas y sus miserias, porque el Paraguay, feliz o desgraciadamente ha hecho de sus desgracias o de sus infortunios el mayor caudal de energía que puede desarrollar un pueblo a favor de los ideales de perennidad que puede tener un pueblo sufrido con dos guerras. Y que ha hecho de mí simplemente el cronista del hombre perseguido y acosado.

Este es mi protagonista y este protagonista es el que se ha ido creciendo hasta convertirse en un héroe imbatible en la historia humana y social del Paraguay.

Yo entrego este legado a esta reunión de amigos, hermanos, tan queridos de Cuba, en este acto para entregarles mi devoción de americano y paraguayo, para desear al pueblo cubano que siga siendo nuestro ejemplo y nuestro estímulo para que podamos lograr esa excelencia que es el objetivo de todo pueblo que ha sufrido y que ha hecho del sufrimiento su maestro".

[Augusto Roa Bastos en la Sala Che Guevara de Casa de las Américas, La Habana, 23 de agosto de 2003]


Documental difundido por la TV comunitaria Ecocultura



Palabras de Augusto Roa Bastos

 

Mensaje del Comandante en  Jefe Fidel Castro Ruz por el fallecimiento de Augusto Roa  Bastos

Quiero trasmitir a la familia de Augusto Roa Bastos y a todo el pueblo hermano de Paraguay, mi profundo pesar y mis más sentidas condolencias por el fallecimiento de esa figura excepcional de las letras latinoamericanas y universales, quien fuera además un amigo leal y entrañable de Cuba.

Guardo, muy frescas en mi memoria, aquellas horas tan estimulantes y cálidas que pasamos juntos, en agosto del 2003, cuando le impusimos la Orden José Martí, máxima condecoración que otorga el Consejo de Estado de la República de Cuba.

Nuestro pueblo recuerda  con gratitud y orgullo aquella visita con que nos honró para siempre Augusto Roa Bastos.

Nos deja su obra y su ejemplo como creador extraordinario y como hombre íntegro, de principios inconmovibles.

Fidel Castro Ruz



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