viernes, 19 de agosto de 2016

SISTEMA DE SALUD FRUSTRADO Y FRUSTRANTE


(Por Johana González -19/08/2016) Hace unos minutos acompañé a mi sobrina por un problema de salud al hospital de Villa Elisa. En el lugar la atendió una enfermera, que le realizó el procedimiento regular de ingreso.Como estaba muy asustada, decidí acompañarla hasta adentro, inmediatamente me invitan a salir, no directamente, sino gritando: "¡FAMILIARES AFUERA!". Para los que conocen el sistema de salud pública en nuestro país, saben de lo que hablo.
 
Para evitar malos ratos, me retiro.A penas lo hago, enseguida llaman: "¡FAMILIARES DE FULANA!", entonces me acerco de nuevo, me entregan la receta y voy a la farmacia (gratamente retiro todos los medicamentos), vuelvo y cuando me dispongo a tomarle una foto a "mi paciente" (en la jerga médica), para enviar al grupo familiar, un doctor o enfermero (no pude distinguir), me habla en tono macho alfa: "NO SE PUEDE SACAR FOTO ACÁ " (textualmente). A lo que le contesto: "Pero es para mi familia". Y el, mirando para cualquier lado, como si yo no existiera, responde: "NO IMPORTA, ESPERA AFUERA".

Imagínense, una bronca, por las varias veces que me echaron con tanta prepotencia, que me retiro a regañadientes, diciendo que eran unos desagradables. Ellos, molestos por mi queja, comienzan a hablar sobre "quien me creo yo para decir que son unos desagradables", "que hay personas en peor estado y que yo por poco no me voy a hacer una selfie".

Decidí simplemente sentarme y esperar. Luego de más de una hora, llaman de nuevo, y salen dos de las "adorables enfermeras", a decir (mirando hacia la nada, una vez más): "UNA SOLA VA A ENTRAR", (refiriéndose a mi sobrina y a mi, ya que estábamos dos esperando afuera). Cuando entro, me doy cuenta que ni la mitad del suero le habían pasado aún, cuando a la paciente del al lado, que ingreso después de mi sobrina, ya se le había acabado, ahí entendí como iba la mano.

El punto no es tanto el hecho de que no me dejaran estar con mi sobrina, que esta bajo mi cuidado, vive conmigo hace mucho, es casi una hija para mi, ni que la dejen más del tiempo necesario a propósito. Si no la situación de sometimiento a la que nos expone el sistema de salud en nuestro país.

Esta suerte de azar a la que todos estamos sometidos una vez que pisamos un hospital, centro de salud, o puesto sanitario. Esta inseguridad que sentís cuando no tenes a ningún "socio" que te haga el aguante y sabes que vas a tener que tragar sapos en este "país de los amigos".

Toda esa prepotencia médica alimentada por nuestro silencio y sumisión es verdaderamente indignante. Recuerdo muy felizmente a amigos médicos que hacen la diferencia en este sentido, pero en contrapartida veo tantos que usan su profesión como excusa para tratar con prepotencia con total impunidad a los pacientes y familiares, que verdaderamente aterra.

Es como si una vez que entras, te convertís automáticamente en un "extra", en su película "Delirios de grandeza". Yo mientras tanto,  volví a mi casa para ver a mi hija y vuelvo a rescatar a mi sobrina. A todo ésto, le sumo que al día siguiente debía despertarme a las 05:30hs de la mañana, (que a estas alturas me quedaban nada mas que 4 horas), y gracias a la prepotencia de estos personales sufrir el desvelo, de manera a hacerme sentir "máã omandava pépe". 
 
En fin.  Este sistema tiene que cambiar. La salud como derecho y no como arma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario